Carlos Askunze: “Han calado muy hondo muchos de los valores que decimos combatir”
Plaza Hutsa
junio 2018
El video : 32min17
Hoy el invitado a nuestra plaza ha sido Carlos Askunze, Coordinador de REAS-Euskadi, que participa y trabaja en diferentes iniciativas y movimientos ciudadanos. Entrevistado por Joseba Permach, nos ha hablado, entre otras muchas cosas, de los movimientos sociales y de los retos para la transformación.
Askunze está convencido de que la autoorganización de la gente es fundamental para que se produzcan cambios importantes en la sociedad. “No lo garantiza, pero desde luego es importante que la gente se organice para esos cambios.”. Y es que la autoorganización comunitaria ha sido un elemento central de la cultura y del trabajo político, pese a que el modo de organizarse se ha transformado . “Ahora tenemos un tejido asociativo vivo, pero quizas más plural y diverso de lo que era antes, más atomizado, quizás menos interconectado, y en la mayoría de los casos –no en todos– menos politizado”.
Ante el colapso al que somos sometidas por el capitalismo, Askunze plantea nuevos retos. El primero:“¿Cómo generar prácticas y caminos que nos posibiliten realizar transiciones hacia nuevas formas, que no sabemos como llamarlas, de sociedad poscapitalista?”. El segundo: “¿Qué sujetos van a soportar esas transiciones necesarias, esas prácticas necesarias?”. Tercero: “En Euskal Herria hay que hablar de la propia capacidad de decidir y poner en marcha mecanismos que tengan que ver con esas transiciones y nos permitan hacerlo desde la soberanía, desde la autonomía, tanto política como social como económica, cosa que en estos momentos no ocurre”. Añade que existen muchísimos retos.
Sin embargo el gran reto que plantea es del tipo cultural. “El capitalismo ha calado tan hondo en las vidas de las personas, en nuestros cuerpos, en nuestros sentimientos, en nuestros deseos, que vivimos inmersos, agarrados hasta los tuétanos por esa forma de vivir, de entender la economía, y las relaciones que tienen que ver con esa práctica capitalista. Y ahí yo creo que sí hay un reto enorme al que quizás la izquierda no le hemos prestado demasiada atención”. Plantea, pues un reto importantísimo: “Han calado muy hondo muchos de los valores que nosotros y nosotras decimos combatir”.
A la hora de encarar esos retos, el tejido asociativo vasco podría jugar un papel importante. Por una parte, puede crear comunidad, lo cual significa establecer espacios de apoyo mutuo, construir resistencias y establecer las bases para generar prácticas alternativas. Por otra, lo ideal sería poder trabajar en red, construir espacios de trabajo en común más alla de los espacios territoriales y sectoriales de cada cual, aunque tal vez nuestro tejido asociativo todavía no esté preparado para ello. Askunze ha incidido en la importancia de las prácticas que están ya en marcha.
Por ejemplo ha citado experiencias de banca ética como Fiare, de cooperativización como Coop 57, de producción y comercialización (Goiener y grupos de consumo de alimentos), etc. Euskal Herria tiene una escala territorial adecuada para esos cambios, según Askunze. Junto a ello ha ensalzado el valor añadido que aportan la tradición comunitaria y política en este país: resistencias, contrucción comunitaria, el auzolan… Los movimientos sociales muchas veces se han adelantado a decisiones políticas posteriores. “Yo creo que hay un sustrato sociológico que está basado en determinados valores progresistas en sentido amplio”. Preguntado sobre la importancia del municipalismo en Euskal Herria, vuelve a plantear un nuevo reto: “O conseguimos que las personas se sientan parte y puedan autogestionar sus vidas en el espacio local o no van a ser posibles esos cambios. Y al revés: o generamos instituciones y espacios políticos que incluyan a esas personas o no van a ser posibles esos cambios”. Sin embargo, opina que la institucionalización de la representación municipal ahoga muchas veces las dinámicas comunitarias, por lo que aboga por crear nuevas dinámicas y formas en el propio ayuntamiento, “que hagan que las personas se sientan dueñas de su espacio territorial”.
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