De la economía social a la economía solidaria y plural
Capitulo 2 traducido al castellano del libro « La nouvelle Sociologie Économique » de Benoît LÉVESQUE, Ed. Desclée de Brouwer, Paris, 2000.
Benoît Lévesque, 2000
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Résumé :
Les Cahiers du CRISES, Collection Études théoriques, ET0408.
Desde el punto de vista de la nueva sociología económica, la corriente de la economía social y solidaria es, sin duda, más importante de lo que muchos quieren admitirlo. Si el paradigma del don constituye para el MAUSS una puerta de entrada interesante para repensar una socioeconomía, es necesario reconocer que la economía social representa una vía frecuentada
desde hace largo tiempo hasta por los padres fundadores de la sociología que reconocían que toda economía es social, imposible de desligarla de lo social, siendo en sí misma un producto social y político (Levesque y Mendell, 1999; Steiner; 1998; Bruyn, 1987).
Bajo este ángulo, la economía social puede dar lugar a una diversidad tan grande como son los diversos enfoques sociológicos (Levesque y Ninacs, 2000). Más recientemente, algunos han tomado el término economía solidaria para desmarcarse de una economía social más que centenaria y para reanudar lazos con una inspiración que apunta más bien a la pluralidad de las
formas de la actividad económica, que a la transición hacia una economía de mercado.
En el marco de este capítulo pondremos atención, por una parte, a las contribuciones que podemos calificar de « economía para la sociedad », para retomar, modificándolo, el título de la obra conjunta de Bernard Perret y de Guy Roustang (1993), y, por otra parte, a aquellas denominadas como economía solidaria para calificar el enfoque propuesto por Jean-Louis Laville (1992). Esta corriente no deja de tener raíces, puesto que puede ser enlazada a la vez a la obra y a la posteridad de Henri Desroche, quien en cierta manera ha relanzado la idea de la economía social en la segunda mitad de los años setenta (Desroche, 1976 y 1983), y a uno de los niveles de la autogestión, sostenida por la revista Autogestions creada en 1966 y desaparecida a mediados de los años ochenta. La mayor parte de los autores que hemos retenido para este capítulo se vinculan directa o indirectamente a uno u otro de estos dos enfoques y a veces a ambos, como es el caso de Jean-Louis Laville. Además, esta corriente está en diálogo con aquellos y aquellas que permanecen como discípulos de Henri Desroche reunidos principalmente en torno de la Revue internationale de l’économie sociale (antiguamente Revue des études coopératives mutualistes et associatives -RECMA). Mientras tanto, nuevas inspiraciones teóricas como las de Polanyi y de la teoría de la regulación han
venido a enriquecer los análisis de un lado como del otro (Draperi, 2000; Demoustier, 2000).